viernes, 11 de julio de 2008

LA LEYENDA DE JOSE MANUEL EN CABRALES

En este articulo vamos a ver la hitoria de un caballero medieval en tierras asturianas. No le hace falta tener un ejercito numeroso, tampoco llevar las alforjas de su caballo llenas de oro y por supuesto no necesita más de dos días de vacaciones para desplazarse hasta donde haga falta.
Empezó su leyenda una fria noche de marzo cuando recogio a sus escasas tropas y se dirigio con paso firme y veloz hasta su lugar de destino, El Concejo de Cabrales.
En esta imagen le vemos buscando su camino entre las interminables praderas de la meseta central. Lo tenía todo tan claro que sabía que para atrochar teniamos que pasar por Oviedo, Gijón, etc, ¡menos mal que no controla la navegación, sino nos embarca en cualquier galeón a surcar el Mar Cantabrico!
Ya en tierras asturianas, él sabe que lo primero que debe hacer cualquier caballero que se precie, es delimitar caul es el territorio a conquistar, y por ello aquí lo tenemos: ¡Esta piedra es mia y de aqui no me mueve ni Napoleón!

Con la poca fortuna que poseian él y sus tropas consiguió un pequeño rebaño, al que cuido con mimo para que éste sirviera de alimento a los suyos después de las duras batallas.
El caballero Manué descubrió que el verdadero tesoro en Asturias eran los gorrones, y no dudo en ordenar a sus mejores hombres que recogieran todos los que puedieran. ¡La madre que lo parió, la templa que nos pego de recoger gorrones!

Talló con sus propias manos su pequeña guarida donde descansaba del esfuerzo diario. La verdad que no tuvo mucho acierto al buscar su escondite, porque la eligió en lo alto de un acantilado. Imaginaros lo que le costaba entrar y salir de su cueva, ya que para este caballero el simple hecho de andar es un deporte de riesgo.
Hasta los mejores caballeros del reino necesitan llenar sus estomagos y nuestro caballero Manué no lo hace nada mal.

Aunque se trata de un hombre de ruda presencia y fuerte temperamento, no duda en encomendarse a la Virgen.

Después de la batalla, la cual tuvo un final feliz, vemos a nuestro personaje celebrando el exito con sus tropas. Les enseño a estos como se escarcia la sidra contra el pecho ¡sin necesidad de ponerse la armadura!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Manuel eres mi idolo.

Tienes que empezar a escarciar cataratas, por que la sidra ya te queda chica.

Pa ir empezando nos vamos a ir un dia al chorrituelo pa que te lo escarcies tu solito contra el pecho.

Un abrazo

FRAN dijo...

MANUEL ERES UNA MEZCLA DE JAQUES COUSTEAU, INDIANA JONES Y EL LABORDETA Y SU MOCHILA. AU!

Anónimo dijo...

Pues decirle que os cuente la batalla de Portezuelo cuando dejo al pueblo sin agua, fue epico.
Edu